viernes, 17 de junio de 2011

Pequeña reflexion sobre la apreciacion del arte..

Todo cambia a medida que pasa el tiempo: el clima, la naturaleza, el entorno, los pensamientos, las personas. Estas últimas se ven marcadas por cada uno de los acontecimientos de sus vidas y el actuar de cada ser humano depende de lo que le ha tocado vivir. Es por esto mismo que las obras de un artista van a reflejar el periodo en que él se desenvuelve, según como este su país, su vida personal, las modas, la industria; el artista – queriéndolo o no – a través de sus obras es reflejo de su realidad. Esta actitud es fácil de ver en la historia, pero también es importante considerar que como el artista cambia a medida que pasa el tiempo, la percepción hacia la obra muta en la historia y en cada cultura.


Una obra tiene más impacto o trascendencia dependiendo lo que quiere expresar y en el contexto en que se encuentre, y dentro de este hay varios factores que influyen. El tiempo, por ejemplo, hace que las obras de arte se aprecien con diferentes ojos y se valoren más, o menos. Un ejemplo exacto es Vincent Van Gogh, quien obtuvo su éxito y sus cuadros fueron apreciados solo después de su muerte e irónicamente hoy, a mas de un siglo después, pocos artistas son tan valorados como él. Van Gogh sufrió un desequilibrio emocional y su talento nunca fue reconocido en vida, pero hoy vemos que fue el precursor de la relación entre el modernismo y las tendencias impresionistas.

Otro aspecto a considerar frente a al tema de la percepción en el arte, son en las diferentes culturas en las que estas se insertan. Una obra puede ser realmente significativa en cierta época por el sentido que esta tenía la cultura, pero hoy para nosotros es tan solo una reliquia histórica. Un claro ejemplo son las esculturas de los gatos sagrados en Egipto hace mas de 3.500 años atrás. Los gatos egipcios fueron más que simples mascotas útiles: se convirtieron en parte de las familias egipcias y hasta llegaron a ser venerados como semi-dioses; por lo que las esculturas de estos felinos eran muy comunes de ver y tenían un sentido artístico y espiritual muy importante en la época. Hoy esto ha cambiado, estas esculturas son valoradas porque nos acercan a la antigua cultura egipcia y porque son una reliquia de más de 3.000 años.

También influye, dentro de la apreciación artística, la experiencia que a cada pueblo y nación le ha tocado experimentar. Para cada persona una obra tiene más valor sentimental cuando muestra una experiencia sufrida, sea esta buena o mala. Esto suele pasar con el arte que se realiza para “conservar la memoria”. Por ejemplo, se realizo una instalación en Berlín llamada “Monumento al Holocausto”, sobre los terrenos que pertenecieron a instituciones nazis. En él se recuerda a los millares de judíos asesinados por los nazis en sus famosos campos de concentración de una forma poética, moderna pero verdaderamente emotiva. Esta instalación se trata de un gran cuadrado lleno de estelas de hormigón que, ordenadas y alineadas geométricamente, simbolizan un gran cementerio.

En esta exposición contemporánea es necesario de la participación activa del espectador para funcionar correctamente. Mas que observar desde afuera, es importante que el espectador se introduzca en esta especie de laberintos y a medida que avanza las estelas de hormigón van creciendo más y mas hasta restringir completamente la mirada del que observa.

Claramente, aunque nosotros conozcamos la historia de los holocaustos, nunca nos va a marcar tanto una exposición así si la tragedia que representa no la vivimos nosotros.

Es así como vemos, que además de que el artista -y con él sus cuadros- va cambiando a través del tiempo y las etapas de su vida, también hay una serie de factores que influyen en la mirada y apreciación del espectador frente a una obra determinada. Es posible concluir que el arte muta y la forma de verlo también.

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