A mojarse el potito con la movilización!

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El enlace los va a llevar a un video que grabaron alumnos de psicología de la universidad Diego Portales, cuando pasamos por ahí los de teatro, haciendo una versión simple de la performance del "funeral de la educación", que ya todos conocemos.
Hoy sentí la necesidad de hablar sobre esto de la educación y los paros, porque en una de esas típicas conversaciones de sobre mesa con gente vieja (no digo que toda la gente vieja piense así, me estoy refiriendo a una minoría de retrogrados), escuché decir a alguien: "Que lata esto de los paros! Los chiquillos se dedican a lesear y !!qué pasa después!!, no aprenden nada". Escuché otros comentarios como: "Y no han hecho más que increpar al ministro Lavín, yo encuentro que lo ha hecho regio, además que está en todo su derecho de hacer negocios, si pa qué andamos con leseras...la educación es un negocio, todo es negocio!" o "Cómo se les ocurre que van a estudiar gratis!!! Que se vayan a Europa pue! Mira, si aquí, el que tiene, tiene y el que no...bueno, no sé po!".
Es preocupante el hecho de escuchar salir estos comentarios "raros", tanto de bocas viejas, como de bocas jóvenes; esto quiere decir, que en algunos sectores de la realidad social, se está enseñando a "no tener conciencia social". Lo anterior nos condena a vivir sumidos en los mismos problemas, por la eternidad. Evidentemente, nos presentamos frente a un problema educativo, que antes de ser educativo, es socioeconómico y antes es cultural y, bueno, luego es político y constitucional y, por lo tanto, educativo. Y es que la CULTURA se ha ido desgastando hasta tal grado de que no es sólo la posibilidad de estudiar, lo que no existe, sino que tampoco el interés. Obviamente, la culpa recae siempre en la "querida y santa constitución", que se ha visto regida siempre por los mismos payasos del lucro político-económico y que fue redactada en los 80 en el Gobierno de Pinocho, etc, etc. Supongo que todos saben en el contexto en el que estamos inmersos, como estudiantes y como personas; lo realmente importante no es que sepan sobre lo denigrante del tema, sino que entiendan que HOY se puede hacer un cambio y que no es necesario seguir chuteando la pelota, porque lo que se ha hecho hasta ahora (salvo respetables excepciones) ha sido "barrer la basura debajo del sofá".
En el colegio privadito al que fui, había un profesor de Historia que decía: "Ustedes son el futuro de este país, ustedes van a liderar este país." Lo más lamentable de eso es que tenía razón. Porque en "este país" siempre son los mismo los que dirigen el sistema, siempre son los mismos los que estudian y acceden a un bienestar econímico y que luego tienen hijos, que también estudian y así, sucesivamente. De la misma forma, son los mismos los que NO tienen la posibilidad de acceder a una carrera y a la autorealización. Ahora bien, esto podría cambiar con sólo poner en el poder a una persona que se atreviera a abrasar la reforma y a hacer valer su conciancia social. Porque los políticos sí tienen conciencia social, pero la dejan escondida en su velador, para no tener que llevarla al trabajo.
Por eso los de Teatro nos movilizamos, por eso los de Música, por eso los de Arte, en fin, el Campus de las Artes entero se moviliza, para generar cambios y espectativas en torno a la educación y a la cultura, no para perder clases; y no hacer exámenes; y estar en la casita. No somos gente floja, claramente, si estudiamos teatro, asumimos que no hay nada más encantador en el mundo, que hacer teatro, por lo tanto, un exámen deja de ser un exámen y es, simplemente, teatro. Y cuando paramos y nos movilizamos no hacenmos política, sino Arte y, por medio de este, nos expresamos y entablamos diálogo con el mundo, porque eso es el Arte. Somos, finalmente, privilegiados de ser felices todo el tiempo o la mayor parte de este, porque hagamos lo que hagamos, desde la acción siempre va a ser arte, y haremos arte en las protestas, en los exámenes y en la vida.
Finalmente, todas esas personas que critican el paro y la movilización, son las que se quedan en sus casas, mirando la realidad por la tele y tomándose la situación estudiantil con hielo y coca-cola. Desde esta crítica, quisiera hacer un llamado a seguir movilizándonos y a no bajar la guardia, porque no hay peor lucha que la que no soporta la presión.
Pesonalmente, creo que hemos demostrado que somos gente socialmente comprometida, que trabajamos en conjunto, en pos de un derecho y un beneficio colectivo y que somos capaces también de usar el arte como medio de difusión de nuestro descontento y de nuestro petitorio. En fin, somos de esos que se mojan el potito con la movilización.