Un Chile que no olvida

Magdalena Pardo es la vicepresidenta de la AFEP (Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos), desde los 16 años que lucha sin descanso por su marido y todas las víctimas de violaciones de derechos humanos cometidas en tiempos de Dictadura; por que finalmente se haga justicia.
Según sus propias palabras: " Uno tiene que esta acá reivindicando la memoria de nuestros seres queridos y de todos, porque yo no vengo tan solo por mi marido, por todos los asesinados estamos acá".
El viernes recién pasado fui a conversar con ella a la Agrupación, comparto aquí con ustedes parte de lo que me dijo, de su testimonio:

""Cuando se llevan a mi marido, lo llevan el 4 de Octubre del año 73`, y yo lo busqué hasta el 28 de Noviembre...yo tenía 16 años, yo quedé viuda a los 16 años con mi bebé de 8 meses.
Y empecé a buscar a mi marido, en el Estadio Nacional, en los regimientos, a donde me decían yo iba. Y andaba sola porque mi mamá...era ya mayor, yo soy la menor de 9 hermanos, mi mamá me tuvo como a los 40 años, entonces mi mamá me decía: " No, si debe estar detenido por ahí". Y por aquí por acá el día 28 de Noviembre llega a mi casa un muchacho  y me dice que vaya hasta la morgue, dice. Y yo voy, era un día sábado a las seis de la tarde; y fui al Instituto Médico Legal y estaban afuera los auxiliares, y yo: "Sabe, se lleveron a mi marido el 4 de Octubre, quiero saber". Entonces me dicen: "Sabe que las listas están abajo, pero tu tienes que ser bien valiente, me dicen".
Y yo bajé, bajé y sentí ese olor a carnicería, yo no soporto las carnicerías, olor a carne descompuesta; y ahí yo vi al lado derecho mío los muertos como estaban amarrados con alambre, en el suelo hombres, mujeres y niños que eran artos, incluso en los reportajes, películas que se han hecho han mostrado todo muy bien. Y el me dice: "No mire, no mire", pero una de curiosa...al fondo a la izquierda están viendo una lista y él me dice: " Sabe que a su marido el 25 de octubre lo recogimos en Departamental con Santa Rosa". No lo podía creer, no podía creer; me dice: "Está en el Patio 29, como N.N".
Y el día lunes tuve que ir yo allá, a la oficina, y nosotros le pusimos el nombre porque en ese tiempo no se pemitía a los del Patio 29 colocarle nombre.
Y después yo decía: "¿Qué hago?", llegué a mi casa, mi mamá, mi hijo; y por aquí por acá empiezan a decirme que se estaban juntando en el Comité Pro Paz, por acá en Santa Mónica..y me lo dijo un pastor evangélico. Los curas que habían cerca de mi casa, yo fui donde ellos a ver que podían hacer, y me dicen que todabía no pueden hacer nada; eran curas de derecha, después me enteré.
Entonces empecé yo en el Comité Pro Paz, iba a veces a las reunión porque yo tenía que trabajar. Yo trabajé de empleada para criar a mi hijo, de vendedora ambulante..yo no tenía profesión.
Y de ahí seguí, seguí y después llegué a la Vicaría, el cardenal Silva Henriquez forma la Vicaría; después se cometió un herror que el cardenal Silva Henriquez no se que pasó que separó a la AFDD (Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos) y a la AFEP (Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos) y a nosotros nos manda a la Agrupación Chilena de Derechos Humanos. Y ahí estuvimos hasta que..a los diez años aparece...según ellos era de nadie ese departamento, ibamos a firmar la escritura como Agrupación para que pasara para nosotros, para la AFEP ese departamento, y aparece una hija, asique nos echaron.
Y en el gobierno de Lagos nos dan esto, en comodato, esta no es nuestra casa. En comodato, en cualquier momento se cumplen los cinco años y nos quitan esto.
Y de ahí llegué a la Agrupación, he estado mas en la Agrupación que en mi casa, y yo pienso que de aquí voy a salir muerta; he dado toda mi vida...luchando.""